Un pararrayos proporciona un camino de baja impedancia a tierra para sobretensiones transitorias causadas por rayos u otras fuentes. Su función principal es desviar la sobretensión de alta tensión provocada por la caída de un rayo de forma segura hacia tierra, protegiendo así los equipos e instalaciones eléctricas de daños debidos a eventos de sobretensión. Al ofrecer un camino de menor resistencia, el pararrayos ayuda a prevenir la acumulación de voltaje excesivo que de otro modo podría dañar los equipos sensibles conectados a la red de distribución de energía.
La posición de un pararrayos suele ser en puntos donde las líneas eléctricas o los equipos eléctricos son vulnerables a los rayos o sobretensiones transitorias. En subestaciones, patios de distribución y sistemas de distribución, los pararrayos se colocan estratégicamente a intervalos a lo largo de líneas eléctricas aéreas o cerca de transformadores, disyuntores y otros equipos críticos. Esta ubicación garantiza que cualquier sobretensión de alto voltaje inducida por rayos u operaciones de conmutación se redirija rápidamente a tierra, protegiendo todo el sistema eléctrico de posibles daños.
En un entorno de subestación o patio de distribución, un pararrayos es esencial para proteger equipos eléctricos costosos y sensibles de los efectos destructivos de las sobretensiones inducidas por rayos. De lo contrario, estas sobretensiones pueden provocar roturas del aislamiento, fallos del equipo e incluso incendios. Al interceptar y desviar las sobretensiones inducidas por rayos, los pararrayos evitan costosos tiempos de inactividad y garantizan la confiabilidad y longevidad de la infraestructura eléctrica.
Un pararrayos actúa como un dispositivo de protección que desvía a tierra el exceso de energía eléctrica procedente de rayos o sobretensiones transitorias. Funciona conduciendo rápidamente la sobretensión de alto voltaje a tierra, donde puede disiparse de forma segura sin causar daños al equipo conectado. Esta acción protectora ocurre dentro de los microsegundos de una sobretensión que excede un umbral predefinido, asegurando que los sistemas eléctricos estén protegidos de los efectos dañinos de las sobretensiones inducidas por rayos. Los pararrayos están diseñados para soportar sobretensiones repetidas durante su vida útil operativa, ofreciendo protección confiable contra peligros eléctricos impredecibles relacionados con el clima.