¿Qué sucede cuando se cortocircuita una resistencia?

Cuando una resistencia sufre un cortocircuito, significa que hay un camino directo de baja resistencia a través de sus terminales, sin pasar por los elementos del circuito previstos. Esto da como resultado un aumento significativo en el flujo de corriente a través de la resistencia, limitado únicamente por la resistencia interna de la fuente de alimentación y la resistencia del cableado. Esto puede provocar un sobrecalentamiento y posibles daños a otros componentes del circuito.

Para determinar si una resistencia está en cortocircuito, puedes medir la resistencia entre sus terminales usando un multímetro. Si el multímetro muestra un valor de resistencia muy bajo (cerca de cero ohmios), significativamente menor que la resistencia nominal de la resistencia, indica que la resistencia está en cortocircuito.

Si una resistencia falla en un circuito, puede afectar la funcionalidad del circuito según su función. Por ejemplo, si la resistencia es parte de una red divisora ​​de voltaje, su falla podría causar niveles de voltaje incorrectos en puntos críticos del circuito, lo que provocaría un funcionamiento inadecuado o fallas de los componentes conectados. En algunos casos, una resistencia fallida puede sobrecalentarse, cambiar significativamente el valor de la resistencia o convertirse en un circuito abierto, interrumpiendo el funcionamiento normal del circuito.

Cuando una resistencia se rompe en un circuito, normalmente se convierte en un circuito abierto, lo que significa que no hay un camino continuo para que la corriente fluya a través de él. Esto puede provocar una pérdida de funcionalidad en la parte del circuito donde la resistencia es esencial, provocando una falta de niveles de voltaje adecuados o rutas de corriente necesarias para que otros componentes funcionen correctamente.

Un cortocircuito ocurre cuando hay una conexión involuntaria de baja resistencia entre dos puntos de un circuito que se supone que tienen potenciales diferentes. Esto puede provocar un gran flujo de corriente, lo que podría provocar sobrecalentamiento, daños a los componentes o incluso peligros eléctricos como incendios o descargas eléctricas. Los cortocircuitos suelen ser involuntarios y pueden ocurrir debido a fallas de cableado, fallas de componentes o daños físicos al aislamiento o a los componentes del circuito.