Un factor de reducción es un multiplicador que se utiliza para reducir la capacidad máxima o el nivel de rendimiento de un componente, sistema o dispositivo bajo ciertas condiciones operativas para garantizar la confiabilidad y la seguridad. Tiene en cuenta factores como la temperatura, la altitud, la variación de voltaje u otras condiciones ambientales que pueden afectar el funcionamiento normal.
La reducción se refiere a la reducción intencional de la capacidad nominal o el nivel de rendimiento de un componente o sistema para garantizar que funcione dentro de límites seguros y confiables en condiciones específicas. Esta práctica ayuda a prevenir el sobrecalentamiento, el desgaste prematuro o fallas debido a tensiones ambientales u otras limitaciones.
Para calcular el factor de reducción, normalmente se divide la capacidad nominal o el nivel de rendimiento por la capacidad o el nivel de rendimiento reducido. Por ejemplo, si un componente tiene una potencia nominal de 100 vatios pero necesita reducirse a 80 vatios debido a las condiciones ambientales, el factor de reducción sería 0,8 (80/100).
El factor de reducción de potencia de la electricidad se refiere al ajuste de la capacidad máxima de transporte de corriente de los componentes o conductores eléctricos para evitar el sobrecalentamiento y garantizar la seguridad. Tiene en cuenta factores como la temperatura ambiente, la agrupación de conductores y el tipo de aislamiento, que pueden afectar la capacidad de los conductores para disipar el calor.
Un ejemplo de reducción de potencia es cuando una unidad de fuente de alimentación tiene una potencia nominal de 500 vatios a temperatura ambiente pero debe reducirse a 400 vatios cuando funciona en un entorno de alta temperatura. Este ajuste garantiza que la unidad de fuente de alimentación permanezca dentro de los límites de funcionamiento seguros a pesar del aumento de la temperatura ambiente.