Las resistencias a menudo se conectan antes y después de los transistores en los circuitos electrónicos por diversas razones relacionadas con el control de la corriente, el establecimiento de voltajes de polarización y la protección del propio transistor. Una razón principal para colocar una resistencia antes de un transistor es limitar la corriente que ingresa al terminal base del transistor. En una configuración de emisor común, por ejemplo, se conecta una resistencia entre la base del transistor y la fuente de señal de excitación (como un microcontrolador u otra etapa del circuito). Esta resistencia asegura que la corriente de base esté controlada, evitando una corriente excesiva que podría dañar el transistor y asegurando un funcionamiento adecuado dentro de sus límites especificados. De manera similar, una resistencia colocada entre el emisor y tierra ayuda a estabilizar el punto de operación y evita la fuga térmica al configurar la corriente del emisor.
Los transistores están conectados a resistencias para realizar varias funciones cruciales para su funcionamiento en circuitos electrónicos. Por ejemplo, en los transistores de unión bipolar (BJT), una resistencia conectada al terminal de la base controla la corriente de la base, que a su vez regula la corriente del colector de acuerdo con la ganancia de corriente del transistor (β o hFE). Al ajustar este valor de resistencia base, los diseñadores pueden establecer el punto de operación (punto Q) del transistor, asegurando que permanezca en la región activa y funcione como un amplificador o interruptor según lo previsto. En los transistores de efecto de campo (FET), las resistencias se pueden usar de manera similar para establecer voltajes de polarización o niveles de corriente en el terminal de puerta, lo que influye en la conductividad y las características operativas del transistor.
El propósito de una resistencia conectada en serie o en paralelo con transistores es multifacético. Una función crítica es proporcionar estabilidad y control sobre los parámetros eléctricos que afectan el rendimiento del transistor. Por ejemplo, una resistencia en serie en el circuito base de un BJT evita una corriente de base excesiva, que podría saturar el transistor o exceder sus clasificaciones máximas, lo que provocaría un mal funcionamiento o daños. En los circuitos de amplificación, las resistencias pueden establecer niveles de ganancia o garantizar una polarización adecuada para mantener el funcionamiento lineal. Además, las resistencias pueden actuar como limitadores de corriente o divisores de voltaje, dando forma a la señal o los niveles de voltaje que impulsan o generan el transistor, optimizando así el rendimiento y la confiabilidad general del circuito.
La razón para agregar resistencias antes de la mayoría de los componentes de los circuitos electrónicos es principalmente controlar la corriente, los niveles de voltaje y la integridad de la señal en todo el circuito. Las resistencias cumplen funciones críticas, como limitar la corriente para evitar daños a componentes sensibles, establecer voltajes de polarización para garantizar el funcionamiento adecuado de dispositivos activos como transistores y dividir voltajes para crear niveles de señal específicos necesarios para el funcionamiento del circuito. Al colocar resistencias estratégicamente antes de los componentes, los diseñadores de circuitos pueden adaptar las características eléctricas, optimizar el rendimiento y proteger los componentes de condiciones potencialmente dañinas, como sobrecorriente o picos de voltaje. Este enfoque sistemático ayuda a garantizar que los circuitos electrónicos funcionen de manera confiable y eficiente en condiciones variables, lo que contribuye a la estabilidad y longevidad general del circuito.