La presión del aire, también conocida como presión atmosférica, es la fuerza que ejerce el peso del aire sobre un punto determinado de la superficie terrestre. Por lo general, se mide utilizando la unidad llamada «pascal» (Pa), que es la unidad de presión del SI. Un pascal se define como un newton por metro cuadrado (N/m²).
Además de los pascales, la presión del aire también se mide comúnmente en otras unidades, como milibares (mb) o pulgadas de mercurio (inHg), según la aplicación y la región.
Para medir la presión del aire se utilizan varios instrumentos según el rango y la precisión requeridos. Un instrumento común es el barómetro de mercurio, que consiste en un tubo de vidrio vertical parcialmente lleno de mercurio. La altura de la columna de mercurio en el tubo cambia en respuesta a los cambios de presión atmosférica.
La presión atmosférica estándar al nivel del mar soporta una columna de mercurio de unos 760 mm (29,92 pulgadas) de altura.
Esta altura, conocida como presión atmosférica estándar, corresponde aproximadamente a 1013,25 milibares o 101,325 kilopascales.
En las aulas o entornos educativos, los estudiantes pueden usar dispositivos más simples como un barómetro aneroide para comprender los conceptos de presión atmosférica.
Un barómetro aneroide utiliza una caja de metal pequeña y flexible llamada celda aneroide que se expande o contrae con los cambios en la presión del aire.
Luego, este movimiento se muestra en una esfera calibrada en unidades como pulgadas de mercurio o milibares.
Medir la presión del aire con precisión es crucial para el pronóstico del tiempo, la aviación y diversas aplicaciones industriales.
Instrumentos como los barómetros proporcionan mediciones en tiempo real que ayudan a los meteorólogos a monitorear los patrones climáticos, a los pilotos a navegar aviones de manera segura y a los ingenieros a diseñar sistemas que funcionen de manera efectiva en diferentes condiciones atmosféricas.