Convertir corriente en voltaje implica usar una resistencia para crear una caída de voltaje proporcional a la corriente que fluye a través de ella. Este método se conoce comúnmente como uso de una «resistencia en derivación». Según la ley de Ohm, el voltaje (V) es igual a la corriente (I) multiplicada por la resistencia (R).
Por lo tanto, colocar una resistencia conocida en el camino de la corriente le permite medir la caída de voltaje a través de ella, proporcionando una correlación directa entre la corriente y el voltaje resultante.
Para convertir corriente a voltios, normalmente se emplea un circuito donde la corriente pasa a través de una resistencia. El voltaje desarrollado a través de esta resistencia es directamente proporcional a la corriente que fluye a través de ella.
Al elegir un valor de resistencia apropiado y medir el voltaje resultante, puede determinar con precisión el valor actual basándose en la relación V = IR, donde V es voltaje, I es corriente y R es resistencia.
A menudo es necesario convertir corriente en voltaje para interconectar sensores o dispositivos basados en corriente con sistemas de medición basados en voltaje o convertidores analógicos a digitales (ADC).
Muchos instrumentos de medición y sistemas de control están diseñados para aceptar entradas de voltaje en lugar de entradas de corriente.
Al convertir señales de corriente en señales de voltaje, se garantiza la compatibilidad entre diferentes tipos de dispositivos y sistemas, lo que permite una integración y procesamiento más sencillos de señales en circuitos electrónicos.
Para convertir una señal de corriente de 4 a 20 mA en voltaje, puede usar una resistencia en serie con el bucle de corriente.
El valor de la resistencia se elige en función del rango de voltaje deseado y la corriente máxima de la señal (20 mA). Por ejemplo, si utiliza una resistencia de 250 ohmios, el voltaje desarrollado a través de ella oscilaría entre 1 V (a 4 mA) y 5 V (a 20 mA), según la ley de Ohm (V = IR). Este rango de voltaje corresponde directamente a la señal de corriente de 4 a 20 mA, proporcionando una conversión lineal de corriente a voltaje.
La fórmula para un convertidor de corriente a voltaje, que utiliza una resistencia (R) para convertir una corriente (I) en un voltaje (V), es V = IR.
Aquí, V representa el voltaje a través de la resistencia, I es la corriente que fluye a través de la resistencia y R es el valor de resistencia de la resistencia.
Esta relación simple permite una conversión precisa de señales de corriente en señales de voltaje en circuitos electrónicos, lo que facilita aplicaciones de medición y control donde se prefieren o requieren entradas de voltaje.