Un relé es un dispositivo electromecánico que funciona como un interruptor controlado por una señal eléctrica. Consta de una bobina y uno o más juegos de contactos. Cuando una corriente eléctrica fluye a través de la bobina, genera un campo magnético que atrae o repele una armadura móvil conectada a los contactos. Esta acción cierra o abre los contactos, permitiendo que el relé controle el flujo de corriente a otros dispositivos o circuitos eléctricos.
El propósito de un relé es aislar y proteger los circuitos de control de cargas o corrientes de alto voltaje. Permite que señales de control de baja potencia, como las de microcontroladores o sensores, conmuten circuitos o dispositivos de alta potencia de forma segura. Los relés se utilizan ampliamente en aplicaciones donde se requiere aislamiento eléctrico, control remoto u operaciones de conmutación automática. Son esenciales en industrias como la automoción, la automatización industrial, las telecomunicaciones y los electrodomésticos.
Un relé se puede definir como un interruptor eléctrico accionado por un electroimán. Funciona mediante el uso de una pequeña corriente de control para activar y desactivar corrientes más grandes en otros circuitos. Esta capacidad permite que los relés controlen circuitos que de otro modo serían demasiado peligrosos o poco prácticos para controlarlos directamente con interruptores manuales o señales electrónicas.
El principio de funcionamiento de un relé se basa en la inducción electromagnética. Cuando la corriente fluye a través de la bobina del relé, crea un campo magnético alrededor de la bobina. Este campo magnético atrae o repele la armadura conectada a los contactos, haciendo que se muevan y cierren o abran los contactos eléctricos. Esta acción mecánica permite que el relé conmute el circuito eléctrico conectado a sus contactos, controlando así el flujo de corriente a través del circuito controlado.
Los relés se pueden clasificar en varios tipos según su construcción, aplicación y mecanismo de conmutación. Los tipos comunes incluyen:
- Relés electromecánicos (EMR): Estos utilizan un electroimán para operar mecánicamente sus interruptores.
- Relés de estado sólido (SSR): Estos utilizan dispositivos semiconductores como transistores o tiristores para realizar conmutaciones sin partes móviles.
- Relés de láminas: utilizan interruptores de láminas magnéticos controlados por un campo magnético externo.
- Relés de protección: se utilizan en sistemas de energía para detectar condiciones anormales como sobrecorrientes o fallas de voltaje y desencadenar acciones de protección.
Cada tipo de relé se elige en función de los requisitos de aplicación específicos, como velocidad de conmutación, aislamiento eléctrico, clasificaciones de contacto y consideraciones ambientales.