Un condensador funciona de manera diferente según se utilice en un circuito de CA (corriente alterna) o de CC (corriente continua), pero su función fundamental sigue siendo la misma: almacenar y liberar energía eléctrica en forma de campo eléctrico entre sus placas.
En un circuito de CC, cuando se aplica un voltaje a través de un capacitor, se carga hasta que el voltaje en sus terminales es igual al voltaje de CC aplicado. El condensador bloquea la corriente CC después de la carga porque actúa como un circuito abierto a CC una vez completamente cargado. Sin embargo, durante el proceso de carga, una corriente transitoria fluye a través del capacitor hasta que alcanza el equilibrio.
En un circuito de CA, donde el voltaje alterna de dirección periódicamente, el capacitor se comporta de manera diferente. A medida que el voltaje de CA cambia de polaridad, el capacitor se carga y descarga en consecuencia, almacenando energía cuando el voltaje se aplica en una dirección y liberándola cuando el voltaje se invierte. Esta acción de carga y descarga permite efectivamente que el capacitor conduzca corriente alterna haciendo pasar corriente a través de él en respuesta al cambio de voltaje.
Los condensadores son componentes cruciales en los convertidores de CA a CC porque suavizan el voltaje de CA rectificado, reduciendo la ondulación y proporcionando una salida de CC más estable. En estos convertidores, los condensadores se utilizan junto con diodos para rectificar el voltaje de CA (convertirlo a CC) y luego filtrar el voltaje de CC resultante para eliminar cualquier componente u ondulación de CA restante.
En resumen, los condensadores se pueden cargar con voltajes CA y CC, pero su comportamiento y aplicaciones difieren. En los circuitos de CC, los condensadores se cargan al voltaje de CC y luego bloquean más corriente de CC. En los circuitos de CA, los condensadores se cargan y descargan en respuesta al voltaje alterno, lo que les permite conducir corriente CA y realizar tareas como filtrar o acoplar señales de CA.